He aquí una idea bastante novedosa. El PET tiene muchas cosas a su favor como envase para bebidas, de hecho es tan requerido, que hoy en día es poco común ver botellas de vidrio para bebidas en los estantes de nuestros supermercados, si no es una rareza, es ciertamente poco común. Cuando se trata de envases en el rango de 330-500 ml, las botellas de PET están en igualdad de condiciones que las latas de aluminio.
Entonces, ¿por qué no hacer latas también en PET? Una empresa de bebidas en Asia estaba buscando algo original en su estrategia de marketing, con la idea de ofrecerles a los consumidores un envase que fuera realmente diferente. Quería darle una oportunidad al concepto de lata en PET, por este motivo le pidió a SIPA que desarrollara un proyecto, y los diseñadores e ingenieros de SIPA se pusieron a trabajar. OK, pero así se pierde la ventaja de poder volver a sellar el envase, aunque de todos modos en la mayoría de los casos los consumidores lo vaciarán de una sola vez.
El PET es superior al aluminio por el hecho de poder ver su contenido, lo que implica una atracción estética adicional. También es ciertamente fácil de moldear, debido a esto las posibilidades de generar nuevas formas, replicando las tradicionales paredes rectas de la lata, son considerables. Son muchas y variadas las maneras en las cuales se puede decorar. El PET en sí, puede ser coloreado mientras conserva su transparencia, y tiene una gran ventaja, que puede utilizar etiquetas tipo manga retráctil que cubren desde la parte inferior hasta la parte superior de la lata. Además, el proceso de moldeado por estirado-soplado también permite introducir textura en la superficie del envase para dar una sensación y un aspecto único. Por otro lado, el proceso de fabricación de PET permite lograr una buena performance en una lata con una cadena de suministro más liviana (lean) en comparación con la cadena de producción de latas de aluminio.
En sus laboratorios, SIPA ya ha producido diversas variantes de una posible lata en PET para bebidas, con bases tipo champán y petaloides, algunas de ellas con un peso de tan solo 20 g. Evaluar las opciones ahora está en manos del cliente.
Entonces, ¿por qué no hacer latas también en PET? Una empresa de bebidas en Asia estaba buscando algo original en su estrategia de marketing, con la idea de ofrecerles a los consumidores un envase que fuera realmente diferente. Quería darle una oportunidad al concepto de lata en PET, por este motivo le pidió a SIPA que desarrollara un proyecto, y los diseñadores e ingenieros de SIPA se pusieron a trabajar. OK, pero así se pierde la ventaja de poder volver a sellar el envase, aunque de todos modos en la mayoría de los casos los consumidores lo vaciarán de una sola vez.
El PET es superior al aluminio por el hecho de poder ver su contenido, lo que implica una atracción estética adicional. También es ciertamente fácil de moldear, debido a esto las posibilidades de generar nuevas formas, replicando las tradicionales paredes rectas de la lata, son considerables. Son muchas y variadas las maneras en las cuales se puede decorar. El PET en sí, puede ser coloreado mientras conserva su transparencia, y tiene una gran ventaja, que puede utilizar etiquetas tipo manga retráctil que cubren desde la parte inferior hasta la parte superior de la lata. Además, el proceso de moldeado por estirado-soplado también permite introducir textura en la superficie del envase para dar una sensación y un aspecto único. Por otro lado, el proceso de fabricación de PET permite lograr una buena performance en una lata con una cadena de suministro más liviana (lean) en comparación con la cadena de producción de latas de aluminio.
En sus laboratorios, SIPA ya ha producido diversas variantes de una posible lata en PET para bebidas, con bases tipo champán y petaloides, algunas de ellas con un peso de tan solo 20 g. Evaluar las opciones ahora está en manos del cliente.