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01/2022

SIPA APORTA UN NUEVO ESPUMANTE AL MERCADO DEL VINO

Los productores de vino se enfrentan a muchas variables en el camino hacia la rentabilidad. La confianza de los consumidores y el clima están probablemente a la cabeza de la lista. Al menos en Italia, los primeros indicios apuntan a que en 2022 habrá una buena vendimia, aunque los bolsillos de los consumidores se resienten debido a la inflación y la inestabilidad. Este año hay un nuevo obstáculo que superar: encontrar botellas para envasar el vino.

Por razones que no están del todo claras, pero que en su mayoría pueden atribuirse a la "cadena de suministro" y que incluyen el vertiginoso aumento de los costos de la energía y de las materias primas, las botellas de vidrio son más difíciles de encontrar y mucho más caras que antes. Un productor de vino que compre hoy botellas de vidrio, podría tener que pagar fácilmente un 30% más que el año pasado.

El sector del vino representa algo así como el 45% del mercado de las botellas de vidrio, que hasta hace poco crecía rápidamente: actualmente supera los 5 millones de toneladas, frente a los 4 millones de toneladas en 2016, con un valor de más de 2,4 billones de euros. Los productores de vino espumante probablemente pagaron mucho más por sus botellas el año pasado que en 2020.

Justo a tiempo, SIPA presenta ahora la primera botella de PET del mundo para vino espumante. El Equipo de Desarrollo de Envases de la empresa, ha desarrollado un producto perfecto para sustituir a las botellas de vidrio tradicionales, capaz de funcionar en las líneas de llenado existentes.

Una parte clave de la innovación de SIPA es el cuello de la botella, que tiene el mismo aspecto que la versión de vidrio, es decir, que acepta el clásico corcho en forma de hongo con su canasta de metal. La base también tiene el mismo aspecto que la original. El diseño ofrece una resistencia a la carga superior de 3.500N.

Las botellas de PET ya han sido probadas en líneas de vidrio, demostrando una perfecta intercambiabilidad con las versiones en vidrio.

Los consumidores de vino espumante tendrán la misma experiencia con los envases nuevos, desde el descorche hasta el vertido. Sin embargo, podrían notar que las versiones de PET son más livianas, con sólo 90 g (mientras que el peso medio de las botellas de vidrio para el vino espumante es de 720/750g), y menos propensas a romperse, lo que también es estupendo para cambiar la logística de suministro, ya que las ventas a través del comercio electrónico y la entrega a domicilio siguen aumentando. No hay que olvidar que esta drástica reducción del peso de la botella puede tener, sin duda, un impacto positivo en las emisiones de CO2 gracias a una logística más eficiente.

Así que... ¡CHIN CHIN, como decimos en Italia!

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